Larry Gasosain ha inaugurado una galería de arte en Le Bourget. La noticia parece trivial. ¡Como si no se inauguraran normalmente exposiciones en todos los rinconzuelos del tierra! Pero pasa que Gagosain es el hombre más influyente del mercado mundial del arte. ¿Y le Bourget? Pues se trata de un aeródromo civil situado en el departamento de Seine-Saint Denis, 12 kilómetros al noroeste de París de París, donde Charles Lindbergh descendió en 1927 tras su célebre travesía transatlántica en solitario.
Desde 1980, no se aceptan vuelos comerciales ya que que su vecino Charles De Gaule-Roissy concentra todo el cambalache aéreo de las principales compañías a este lado de la capital gala.Ya nadie se acuerda que aquí refugió el bailarín Rudolf Nuréyev en 1961, cuando quiso escapar de la Rusia Soviética. Y sólo el Museo Francés del aire y del espacio, ubicado en la esquina inferior, atraía hasta ahora al público parisino con su colección de aviones y modelos, que forman parte ya de la historia de la aeronavegación francesa. El resto, vuelos privados sin interés relevante.¿Carece de interés? No para el francés, que ha decidido instalar en el el aeródromo su doceavo local
. Este acontecimiento marca un antes y un después en lo que a prototipos del sector comercial del arte contemporáneo se refiere. Conocido por los que frecuentan los cículos artísticos de “la ciudad del amor” como un visionario incapaz de dejar escapar una oportunidad de negocio.
Aunque tradicionalmente se pudiera pensar que París es la ciudad-cuna por excelencia del arte, esta afirmación es cierta únicamente en parte; si es verdad que en lo referido a la oferta cultural (exposiciones, museos etc) lo es, pero no es así si miramos la cantidad de dinero que mueve dicha industria, desde el año 2011, la capacidad adquisitiva creciente el gigante asiático ha situado a China a la cabeza , seguido por los Estados Unidos de América y Londres en una porción menor.
Así pues, el tipo listo del arte, ha reconvertido una obsoleta nave indutrial del año 1950 en la que promete ser una próspera galería de arte. 1650 metros cuadrados entre dos plantas, que con la ayuda de Jean Nouvel para la reforma final, acogen ocho zonas para exponer, sin dejar lugar a la indiferencia de nadie.
El honor de la inauguración ha sido para el artista alemán Anselm Kiefer, con una muestra llamada
“Morgenthau plan”.La instalación escultórica emula una pradera de trigo de colores ocres y brillos dorados, limitados por una enorme jaula de acero; nada más ni nada menos que 5 metros de altura por 15 de contorno. Esta obra evoca las pretensiones del secretario americano Henry Morgenthau al término de la segunda Guerra mundial cuando pretendía convertir Alemania en un estado eminentemente agrícola para acabar con su capacidad de rearme.
Fuere lo que fuere, el negocio y el dinero van a brillar con su presencia, por no hablar de la fama y el renombre Si es que lo que bien es cierto es que este californiano convierte en oro todo lo que toca, amante y reinventor del arte, padre del contemporaneo y visionario innato, Lawrence es poseedor de una docena de galerías de arte repartidas porlos Estados Unidos (Los Angeles y Nueva York), Londres; Atenas, Roma, París y Ginebra.
Comenzó su trayectoria profesional vendiendo carteles en las inmediaciones del campus universitario de Los Angeles y fue en la década de los ochenta cuando aprendió a explotar las posibilidades de la reventa de cuadros de artistas contemporaneos.Gagosian y Peter M. Brant , formaron el Arte Contemporáneo Holding Corporation (CAHC) para comprar 62 obras de arte, “Todos menos cuatro de ellos fueron vendidos de inmediato, ganando 17 millones de dólares, de los cuales $ 6,7 millones impuesto que debería haberse pagado”.
En 2003 este controvertido personaje fue sancionado por el gobierno de los Estados Unidos por evasión fiscal, aunque para el visionario y vendedor nato no suponga ningún problema ya que el desarrollo de su empresa es el que quisieran para si muchos . De momento y hasta otra, seguiremos disfrutando del arte.